Por Orson Pom
En mi ruta gourmet me he ido en esta ocasión junto a mi familia a un pequeño, pero muy coqueto, obrador de Málaga con el que su chef Raffaela Panico (la entrevisto aquí) hace magia y hace que salgan de él auténticos dulces de la repostería napolitana más artesanal. Caramello Salato Bakery, que es como se llama, se encuentra en pleno corazón del centro histórico de Málaga, concretamente en calle Carretería, 20, muy cerquita de la Tribuna de los Pobres, y aunque han abierto hace muy poquito, la gente comienza a escuchar acerca de ellos y de sus excelentes productos que, además de verlos en sus vitrinas, podrás observar cómo los hacen, puesto que el obrador está a la vista en su interior.
Yo, Orson Pom, con mi comedero de pancakes especiales. / O. P.
Cuando entras a Caramello Salato Bakery te teletransportas a los bakerys estadounidenses gracias a su decoración cuidada, del que llama la atención el color verde mint, un tono pastel -nunca el adjetivo de un tono fue tan idóneo al negocio- que impregna el local y que lo hace tan coqueto y tan dulce como las recetas que prepara Raffaela Panico, quien está al frente de Caramello Salato junto a su pareja Luigi Mazzarella.
Cuando ves la carta, lo primero que ocurre es que te sorprende, puesto que uno va con la idea prefabricada de ir a desayunar o merendar, pero descubre que también cabría la posibilidad de tomar un brunch o almorzar, puesto que lo salado también tiene cabida en este pequeño rincón de Nápoles en Málaga.
No obstante y retomando el hilo de los desayunos y las meriendas, aquel que pase por Caramello Salato se va a encontrar con un amplio abanico de posibilidades a la hora de beber, desde su extensa lista de capuccinos, que va del clásico pasando por los gourmets o el Zuppa di Latte, que son tres capuccinos servidos en un súpertazón y coronado con galletas, simplemente ¡espectacular!. Pero, como no solo de cafés vive el hombre, para aquellos que rehusen de la cafeína podrán optar por algunos de los magníficos lattes que enamoran por su color, gracias a los polvos que traen exclusivamente desde Australia para darles la tonalidad y el sabor como los lattes pink, purple, gold o tropicana.
Los batidos son otra bebida que no pueden faltar en cualquier desayuno o merienda y en Caramello Salato lo saben, por ello, su oferta también hará que tengas que pararte a pensar y tomar la gran decisión de cuál será el sabor que vas a elegir.
Pero, evidentemente, lo que engancha de Caramello Salato son sus dulces y ahí es donde te volverás loco. Cannoli de diversos sabores, tartas red velvet, croissants, el delicioso croissant de pistacho, las setas, pancakes y muchísimas más tartas y sorpresitas que va sacando Raffaella Panico en función del día.
Yo, Orson Pom, con mis pancakes especiales. / O. P.
Y, todo esto, acompañado por la etiqueta dogfriendly, de tal manera que nosotros los perros podremos pasar a su interior e, incluso, comerte unas tortitas especiales para nosotros o encargar tu próxima tarta de cumpleaños. ¿A que mola? Pues, yo ya os digo que sí y que mola mucho. Así que, si vuestras familias y vosotros queréis pasar un rato de lo ms agradable, donde la atención es magnífica y el paladar disfruta de lo lindo, Caramello Salato Bakery es, sin duda, vuestro lugar.
¡Ciao!
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