Por Orson Pom
Halloween está a punto de llegar y yo, Orson Pom, disfruto mucho con esta fiesta, porque me declaro fan absoluto del género de terror y me lo paso pipa viendo pelis o series de miedo con mi familia. Ya sabéis eso que se dice ahora tanto de sillón, manta y Netflix. Además, me parece fantástico que Halloween, no solo sea para humanos, sino que los perros y las mascotas en general se hayan apuntado a este día y también tengamos nuestra participación disfrazándonos para gritar el famoso "Truco o trato". Pues bien, hoy no os voy a hablar de disfraces que eso ya llegará la semana que viene, sino que me voy a detener en un apartado que sin él, las pelis de terror no serían lo mismo. ¿A que sabéis de lo que hablo? Pues, efectivamente, de la música.
La música es parte esencial del género de terror y es más que posible que no diéramos los saltos en el sofá, sino fuera por ese portazo tremendo, esa musiquilla inquietante que te avisa que algo va a pasar o que alguien va a salir o esa mecedora que chirría, mientras se balancea sola. Desde luego que da miedo solo de pensarlo.
Así, con esta introducción os voy a hacer un repaso por las obras clásicas más terroríficas de la historia de la música. ¿Queréis saber cuáles son? Pues, ahí va mi selección:
Sinfonía n.º 5, Beethoven, Primer Movimiento-Allegro con brio.
Tocata y Ruga en Re Menor, de Johann Sebastian Bach
Nisi Dominus, de Vivaldi
El trino del diablo, de Giuseppe Tartini
Carmina Burana, O Fortuna, de Carl Orff
Requiem, de Mozart
In the Hall of the Mountain King, Grieg
¿A que os han gustado? Si tuviera que decidirme por alguna no sabría que decir porque todas me fascinan, pero quizá mis preferidas son Tocata y Fuga en Re Menor Carmina Burana y el Requiem de Mozart. ¿Cuáles son las tuyas?
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