Por Orson Pom
Si hay algo que me gusta, aparte de comer, es la música. Me encanta cuando mi familia pone música en la casa y me cogen para bailar o cuando voy en el coche y suenan algunas de mis canciones favoritas. De ahí, que si hay un sitio que aúne estas dos cosas, es decir, comida y música sería mi paraíso. Pues bien, hoy tengo que confesar (como diría Isabel Pantoja) que ese lugar existe y se llama Hard Rock. Según he oído a los humanos, es un grupo de restaurantes muy conocido que está por todo el mundo y la verdad que es una pasada con su decoración rockandrollera, la música que suena y los espacios para sesiones en directo. Aquí, los perros tendremos que degustar sus platos en la terraza, porque en el interior no estamos permitidos, pero bueno tampoco está mal la idea de comer unas hamburguesas al aire libre, puesto que además, esta la tienen arreglada de tal manera que te hace sentir que estás un jardín.
En la carta, como es obvio, hay hamburguesas para todos los gustos, pero si no se te apetece siempre tienes la opción de pedirte sandwiches, ensalada o ¿por qué no? salmón, costillas o un buen filetón. Además, tienen unos entrantes muy suculentos como alitas de pollo o los típicos nachos, entre otros. Pero, ¿qué sería de una buena comida sin un buen postre? Pues, seguramente nada, así que para rematar la faena podrás pedir un súper brownie que es digno de ser fotografiado o una tarta de queso al más puro estilo Nueva York.
No obstante, como tienen un horario bastante amplio, sino quieres almorzar, siempre podrás ir a merendar y, directamente, ir por uno de esos postres, por un batido, un cocktail o lo que se te apetezca en ese momento para matar el hambre vespertino o ir a cenar, que tampoco es mala idea y de paso ver todo el puerto iluminado, lo que supone una estampa maravillosa a la vista.
¿Queréis ver cómo fue mi paso por Hard Rock Málaga? No os entretengo más y os enseño algunas fotos. ¡Saludos!
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