Por Orson Pom
En esta ocasión no me detengo a saborear algún exquisito plato, en algún restaurante dogfriendly, sino que me dispongo a dar un paseo en plena naturaleza por uno de los lugares más bellos de Málaga: el Jardín Botánico de la Concepción.
El Jardín Botánico de la Concepción es un emplazamiento espectacular, en el que tanto animales como humanos van a disfrutar con su gran diversidad de plantas, de tal manera que el paseo, además de servir para estirar las patas, tendrá un carácter educativo.
El Jardín Botánico de la Concepción fue adquirido en la década de los 90 por el Ayuntamiento de Málaga y, desde entonces, se ha procurado ir incrementando el número de la flora existente, siendo una de sus principales metas el lograr tener una gran variedad de especies subtropicales, puesto que la climatología de la ciudad admite tener estas variedades que no podrían subsistir en otro punto europeo. Estas colecciones se completan con las de plantas autóctonas propias del entorno y con proyectos específicos dirigidos a flora que se encuentra amenazada o en peligro de extinción.
Con todo esto como preámbulo os aconsejo que os deis un paseo por el Jardín Botánico porque es una maravilla y seguro que os gusta. Además, son muy simpáticos y tienen permitida la entrada a perros, eso sí, con una serie de requisitos que deberemos cumplir. Entre las condiciones, más que naturales que ponen, se encuentran ir durante el recorrido con la cadena, llevar nuestra documentación para que puedan comprobar que tenemos el calendario de vacunas en regla y, evidentemente, nuestros familiares deberán recoger nuestros excrementos del suelo con bolsas y depositarlas en las papeleras ubicadas en el recinto
En caso de que seas un perrete, considerado potencialmente peligroso, deberás pasear con el bozal, una correa resistente (no puede ser extensible) y tendrás que ir guiado por una persona mayor de edad.
Por último, decirte que las únicas prohibiciones que existen como tales en su normativa son las siguientes:
1) La estancia y acceso de los perros a los parques infantiles, zonas con césped, zonas ajardinadas o parterres plantados, debiendo permanecer en todo momento en los caminos y sendas que recorren el jardín.
2) El baño de animales en fuentes ornamentales, estanques y similares, así como que éstos beban agua de las fuentes de agua potable de consumo público.
3) El acceso de los perros a la Casa-Palacio, tienda del Jardín, a la zona bajo cubierta del kioscobar o a cualquier otro espacio o zona que se indique.
4) El acceso al Jardín con perras que se encuentren en periodo de celo.
5) El acceso de perros durante las jornadas de puertas abiertas (salvo autorización puntual expresa que sería anunciada)
Como podéis ver, las normas y las pequeñas prohibiciones que establecen no son nada del otro mundo y, simplemente, residen en la lógica y el civismo. Así, que ya sabéis, si queréis dar un paseo diferente y realmente paradisiaco no dudéis y visitad el Jardín Botánico de la Concepción. ¡Seguro que os encanta a toda la familia!
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